«Enséñanos a confiar en ti, Señor».
«Jesús, nunca me dejes solo, ni de noche ¡Ni de broma!».
«Solo entrará en el Reino el que lo deje todo por Dios».
«Quien no conoce a Dios no conoce el Amor».
«Acerquémonos con humildad a pedir perdón».
«Acompañar a Jesús como María».
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso».
«¡Levanta la cabeza! Mira el cielo».
«Despojémonos de las cosas para encontrarnos con Dios».
«Cristiana, siempre, hasta el final».
«Hoy me invitas, Jesús, a vaciarme de cosas y a llenarme de tu gracia».
«Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos».
«Que pueda decir como Sta. Teresa: "Yo no tengo ningún enemigo"».
«Dame ser perseverante y fiel en la oración como Sta Mónica».
«¿De qué debo ayunar? De lo que más me esclaviza».
«Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos…».
«Mira a la gente cercana. Jesús se nos esconde en ellos».
«Solo tú, Jesús, tienes el poder de sanar y convertir».
«Correré por el camino de tus mandatos cuando me ensanches el corazón».
«Sube al Tabor, contempla a Cristo, escucha a Dios».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.
