«Madre, ayúdanos a recibir con toda el alma la fuerza del Espíritu Santo».
«Espíritu Santo que me deje cuidar, como el barro en manos del alfarero».
Tomando como base el evangelio de la llamada del apóstol Mateo, el P. Henry Kowalczyk, SHM, explica que, cuando Dios irrumpe en la vida de una persona, es capaz de transformarla radicalmente.
«Que vuestros corazones encuentren descanso en la Santa Eucaristía».
«A pesar de mi dolor, serví a Cristo crucificado».
«Espíritu Santo, dame tu luz».
«Señor Jesús, ayúdanos a ser mejores. Transfórmanos».
«Busquemos en todo momento hacer el bien.»
«Jesús, te amo».
«Tu santidad influye incluso en quienes nunca conocerás».
En esta ocasión, el P. Juan Gómez, SHM, nos advierte que tenemos una cuenta abierta en el Cielo, y depende de nuestras obras el que esa cuenta vaya creciendo o disminuyendo.
«Mi yugo es suave y mi carga ligera.»
«Estoy con vosotros hasta el fin del mundo».
«Te buscan, sin saberlo, en lugares equivocados».
«¡Sí, Padre!, porque así te ha parecido bien.»
«Acreciste el valor en mi alma».
«San Isidro Labrador, amante de Dios, trabaja duro, sabe esperar».
«Estamos llamados a ser santos y a trabajar por la vida eterna».
Cristo se ha encarnado verdaderamente, es Dios y hombre, y lo hizo por medio de María, el fruto más excelso de la redención. María ha nacido por la sangre de su Hijo. ¡Escucha este podcast del P. Félix López, SHM!
«El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará».
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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