Fuego en la noche: Iglesia misionera
En esta homilía Mons. José Guerra invita a dar gracias por todos los misioneros que anuncian a Cristo como realizador único de la paz. Es una llamada a salir del repliegue y proclamar e invitar vehementemente, respetuosamente a la conversión a ejemplo de los primeros cristianos. Con toda claridad dice que ninguna actividad en servicio del mundo y de los hombres es apostolado si no constituye un testimonio manifiesto de Cristo, es decir, que conduzca a los hombres a descubrirlo, a pensar en Él, a hablar a otros de ese amor que han encontrado y que se manifiesta con la entrega de la vida, del corazón y hasta de la propia sangre, como lo hicieron los mártires.